martes, 7 de mayo de 2013

«LA EDAD DE ORO» DE LUIS BUÑUEL: EL SURREALISMO EN EL CINE (2)

Por primera vez en mi vida tuve la sensación de que estaba viendo cine puro, sólo cine (Henry Miller)
La edad de oro es la otra película surrealista, además de Un perro andaluz, que rodó Luis Buñuel. Tras un pase previo en casa de los vizcondes de Noailles que habían financiado la película,  poco después del día de su estreno en París (28 de noviembre de 1930), el cine fue atacado por manifestantes de ultraderecha que arrojaron bombas fétidas y tinta violeta contra la pantalla y destruyeron cuadros de una exposición surrealista en el vestíbulo del cine. El motivo: la película era un canto al «amor libre» y una crítica frontal a la Iglesia católica. Una feroz campaña de la prensa francesa de derechas logró que se prohibiera la película y las copias fueran incautadas por la policía. Hasta 1981 no se volverá a exhibir la película en las salas no sólo de Francia, sino también de Gran Bretaña, España, Estados Unidos,...
Buñuel relata una historia de amor pasional que trata de romper las barreras de los convencionalismos morales y sociales de su tiempo, a la vez que supone una búsqueda de la edad de oro (de reminiscencias cervantinas) por parte de esos amantes, en las antípodas de su sociedad burguesa asentada en la jerarquía social y el clero.
La película contiene alguna de las escenas más extraordinarias e impactantes de la historia del cine: la historia de los escorpiones, el arzobispo que se convierte en un esqueleto junto a los demás, la vaca en la cama de la joven, la destrucción de la habitación de la chica, la joven que chupa el el dedo del pie de la estatua,...
La edad de oro es una de las primeras películas sonoras francesas. Aportó una innovación muy explotada después: la voz en off que expresa la voz interior de la conciencia en la escena del jardín. Como curiosidad, señalar que Buñuel aprovechó para incluir en la película los tambores de su pueblo, Calanda, y el ruido del cierzo zaragozano.
[Informaciones tomadas de Agustín Sánchez Vidal, John Kobal y Wikipedia]

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